SANDMAN VS LUCIFER: EL EPISODIO QUE NOS MUESTRA ALGO MUCHO MÁS PROFUNDO QUE UNA PELEA DE ROL

«The Sandman» es una serie de cómics creada por el escritor británico Neil Gaiman, que se publicó originalmente por la editorial DC Comics bajo su sello Vertigo desde 1989 hasta 1996.

En agosto del año 2022 debutó la serie inspirada en la misma serie de comics, donde nos muestra la incansable búsqueda de Morfeo, el rey del sueño, para obtener las herramientas que le fueron arrebatadas y de esta manera restaurar el mundo de los sueños que este rige como Dios.

No obstante en este artículo quiero detenerme para analizar el episodio número 4 de la serie en el que Morfeo desciende hasta el infierno con el fin de recuperar su yelmo (Herramienta que le permite observar todo en cualquier plano de los mundos)

Sandman, le pide a Lucifer, estrella de la mañana y señor de las tinieblas, que el demonio que le arrebató su yelmo se la devuelva, pues es un objeto indispensable para restaurar su reino. Este acepta a cambio de que compita limpiamente en un duelo con él. Si este sale triunfador, le devolverá su yelmo, por el contrario, si es derrotado, quedará atrapado en el infierno por toda la eternidad.

Ellos deciden jugar al «The oldest game» que consiste en que cada competidor se transforme en una entidad existente en el universo con el objetivo de matar la entidad del otro. El duelo empieza y ambos deciden comenzar con cosas simples como lobos, cazadores, serpientes y aves de presa. Pero en cuanto el juego sigue avanzando, las cosas que se transforman empiezan a tomar una magnitud mucho más significativa, dando así lugar al simbolismo que nos quiere mostrar el episodio.

Morfeo se transforma en cosas que dan vida, que nutren, que inspiran, como un mundo flotando en el espacio lleno de naturaleza y plantas silvestres, mientras que Lucifer se transforma en entidades destructivas como novas y la mismísima «Anti-vida». Esta última ejemplificada como la fuerza absoluta de aniquilación que sumerge todo a el vacío y a la eterna oscuridad. En ese instante se produce el momento tenso del capítulo donde Sandman queda totalmente en jaque, ya que no puede pensar en nada que pueda combatir la fuerza de destrucción absoluta. Por suerte su cuervo, se acerca con el fin de recordarle que los sueños no pueden morir, no si se cree en ellos en lo que en un giro de los acontecimientos, el casi derrotado rey de los sueños, se levanta y se transforma en «La esperanza» dejando a Lucifer paralizado del terror y no teniendo nada en su mente para matar a la esperanza.

La conclusión que nos deja el episodio es que incluso si hablamos de la bestia que todo lo devora, si hablamos de entidades que te dejan vacío y sin voluntad de seguir y vivir, la esperanza es algo que jamás se podrá extinguir . Podemos sentirnos mal, hundidos, desesperados, sentir que todo se acabó, pero si mantenemos esa chispa que aunque en un principio pueda ser diminuta, si por consiguiente la hacemos crecer, podemos recuperar todo aquello que se nos fue arrebatado.

La metáfora más profunda que tiene el episodio la cargan los mismos personajes que se enfrentan en el duelo. Por un lado Lucifer representa la perdición, la destrucción, el abandono de toda fe, así como su reino que está en el mismo infierno y por el otro tenemos a su fuerza opuesta: Sandman, que representa los sueños, los anhelos, la imaginación, las ganas de seguir, la voluntad de crecer. Dos entidades contrarias que colisionan en un enfrentamiento épico que nos demuestra que la esperanza es lo último que se pierde, pues es lo que nos ayuda a levantarnos para luego obtener todo aquello que se nos ha arrebatado en el duro camino de la vida misma.

No por nada Aristóteles, uno de los más importantes filósofos que existieron dijo una vez: «La esperanza, es el sueño de los despiertos»

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